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domingo, 27 de septiembre de 2015

DIFTERIA, UNA ENFERMEDAD QUE CASTIGÓ A GUALEGUAY

HACE MÁS DE 100 AÑOS
Por el Licenciado Gustavo Cichero

Si bien éste es un blog dedicado a las historias de vidas, las enfermedades como al muerte forma parte de la vida. Frente a las epidemias existen también vidas que luchan contra esos flagelos, dejando, muchas veces, sus propias vidas en esa acción y sus historias son raramente contadas.
Jorge surraco, editor del blog.

La Gripe A (H1N1) de origen porcino, se ha convertido en una pandemia.
Esta gripe que no solo afecta a la población de nuestro país, sino a gran parte del mundo, es un ejemplo más de los numerosos casos de enfermedades que castigaron a la humanidad a lo largo del tiempo.
 
Hace más de 100 años, más precisamente en 1891, existía en nuestra ciudad una preocupación similar a la actual, pero por otra enfermedad: la difteria.
La Reacción, semanario de Gualeguay, se preocupó principalmente de informar sobre el avance de la enfermedad en la región.
Las noticias no buscaban tranquilizar, sino alarmar a la población de las terribles consecuencias que traían la difteria y la viruela. Sobre la Viruela dice: “Esta terrible enfermedad sigue haciendo estragos en la vecina ciudad de Gualeguaychú. Últimamente han ocurrido tres casos fatales”. (1)
En la misma página se lee: “La viruela y la difteria, se han desarrollado de una manera alarmante en Montevideo. Los casos se suceden y las defunciones no escasean”. (2)

Si bien las noticias anteriores no se refieren a nuestra ciudad, en Gualeguay también hubo que lamentar víctimas. En el mes de julio de 1891, Wenceslao Martínez, dueño de una reconocida imprenta, vio como su hijo moría de difteria. La Reacción se expresa sobre esta muerte afirmando que “A las víctimas ya producidas por la terrible enfermedad, la difteria, que hoy tiene en continua alarma a los padres de familia, tenemos que agregar otra pérdida, no menos sensible e irreparable. Nos referimos al fallecimiento del inteligente niño […] Gualberto Erasmo. Por su edad era el encanto y alegría del hogar de sus padres – por su inteligencia y vivacidad era una esperanza, todo un porvenir halagüeño para los mismos […].” (3)

De la misma manera que hoy los medios de comunicación se preocupan por brindar información preventiva, sobre la gripe A (H1N1), el semanario La Reacción de Gualeguay, preocupado por el avance de la difteria, publicó una serie de instrucciones que la Asistencia Pública de la ciudad de Buenos Aires difundió, recomendando a los padres de familia su más estricto cumplimiento a fin de evitar que la enfermedad alcance mayores proporciones. 

Años después de esta epidemia comenzó a construirse el
Hospital San Antonio de Gualeguay  (1898).
Algunas instrucciones establecían que “[…] para evitar la difteria en los niños se les debe hacer practicar con frecuencia, varias veces en el día, si es posible, gargarismos simples con agua tibia o una solución débil de ácido bórico, limón, vinagre, etc. […]; examínese la garganta de los niños todos los días […]; si llegan a observar alguna llaga, deberán aislar al enfermo, separándolo de los otros niños y llamar al médico para que verifique el diagnóstico. Comprobado este deben retirar de la casa a los niños sanos, si es posible, y sino impedir en absoluto todo contacto con el enfermo. […]El enfermo debe ser colocado en la habitación más aislada de la casa con los muebles indispensables y con el personal estrictamente necesario para atenderlo. […] Los útiles de la alimentación le serán reservados exclusivamente y los restos de la comida no deben permanecer en la habitación ni ser utilizados por los sanos. […] La persona que cuide al enfermo deberá tomar la precaución de cubrir sus ropas con un delantal impermeable que se sacará cuando salga de la habitación, lavándose previamente las manos en una solución antiséptica […].” (4)

Muchos de los cuidados antes expuestos coinciden o se asemejan a los que debemos tener con la Gripe A (H1N1).

Después de dos meses de publicar artículos relacionados con la difteria y sus consecuencias, La Reacción”, cerraba el tema publicando un artículo el 31 de julio de 1891, afirmando que la enfermedad estaba en notable retroceso. (5) Dios quiera podamos decir lo mismo en corto tiempo, sobre la gripe que aqueja a nuestra sociedad.

           
Notas

1) Semanario La Reacción. Gualeguay. Año I. Nº 31. Domingo 14 de Junio de 1891. Pág. 4.
2) Ídem.
3) Semanario La Reacción. Gualeguay. Año I. Nº 35. Domingo 12de Julio de 1891. Pág. 4.
4) Ídem.
5) Cf. Semanario La Reacción. Gualeguay. Año I. Nº 37. Domingo 31de Julio de 1891. Pág. 3.