Por Jorge
Surraco Ba
Cuando se estudia la
expedición militar al Paraguay enviada por decisión de la Primera Junta de
gobierno establecida el 25 de mayo de 1810, al mando de la cual se designa al
doctor Manuel Belgrano devenido en militar por el fervor de su patriotismo,
queda el conocimiento del recorrido de dicha expedición como un pasar hacia el
objetivo que concluirá en una guerra perdida, sin analizar los hechos, aunque
laterales al objetivo principal, sin duda ocurrieron en los lugares por los que
pasó y sin preguntarse si su accionar produjo algún efecto sobre espacios y
personas o cual fue la reacción de los habitantes ante la presencia del primer
ejército patriota que llegaba a su región.
Se sabe que ese ejército partió
de Buenos Aires el 4 de septiembre de 1810, que llegó a Santa Fe, cruzó a La Bajada (hoy Paraná),
continuó hacia el norte, que en Corrientes fundó dos pueblos Mandisoví y Curuzú
Cuatiá, avanzó hasta La
Candelaria, volvió a cruzar el Paraná hacia territorio
paraguayo y allí sí, vendrán los grandes y pequeños detalles de batallas
perdidas y ganadas, de actos heroicos y otros etcéteras de carácter bélico.
No sólo se recuerdan estos
hechos de esta manera en los ambientes escolares, sino que también se repite lo
mismo en voluminosas historias argentinas de prestigiosos historiadores. No es
que esto no sea verdad, sino que habría que preguntarse si eso es lo importante
y si no sería conveniente poner la atención en otros aspectos para sacar otras
conclusiones además de aquellas que opinan de la oportunidad o no de esa
expedición y si la misma significó la pérdida definitiva del Paraguay a la
unidad política del Virreinato del Río de La Plata o si fue el germen de la independencia
posterior del país hermano. Varias conjeturas pero, de acuerdo a nuestro
criterio, no definitivas ni las únicas. Y no se trata sólo de saber por qué
pasó lo que pasó, sino de poder entender cómo lo que pasó, ha influenciado nuestro
presente.
Bartolomé Mitre en su Historia de Belgrano nos informa que el
destino inicial de la expedición que comandaba el creador de nuestra bandera, era
la Banda Oriental,
donde estaba el mayor foco de la resistencia realista y que de pronto, a los 20
días y estando Belgrano en Santa Fe, se decide el cambio de rumbo enfilándolo
al Paraguay, sin explicar las causas de ese cambio. Por su parte, José María
Rosa dice que en realidad el Paraguay había invadido Las Misiones y que esta
sería la razón del cambio de rumbo. Otros historiadores dan otras razones,
basadas en la presencia en Buenos Aires de representantes de uno de los grupos
paraguayos enfrentados y que hacían gestiones en la ciudad dando información
que engañó a la Primera Junta
de gobierno, haciéndole creer que con un pequeño ejército podía lograr la adhesión
del Paraguay, desplazando a la resistencia realista.
Pero volvamos al objeto
de esta nota en cuanto a lo que ocurrió o como se recibió la presencia de un
miembro y representante de la Primera Junta
de Buenos Aires en Entre Ríos. El
pueblo de la Bajada
del Paraná era el punto de reunión de las fuerzas expedicionarias. Allí llegó el representante
de la Junta el
16 de octubre y fue acogido con verdadero entusiasmo, recibiendo del vecindario
un donativo de 700 caballos, promovido por el alcalde don Juan Garrigó. Nos informa la historia escrita por Bartolomé
Mitre. Por su parte Filiberto Reula, en su Historia de Entre Ríos, es un poco
más explícito al consignar: En
Paraná recibió el aporte de un escuadrón de caballería, que con el nombre de
Milicia Patriótica del Paraná, se formó bajo el comando del Tte. Cnel.
Francisco A. de la Torre
y Vera y el aporte de caballos, bueyes y carretas del vecindario reunidos por
su Alcalde, Garrigó.
De ambos relatos puede
inferirse la buena recepción que tiene Belgrano por parte de los entrerrianos,
si bien no puede hablarse en esos momentos de sociedades organizadas como lo eran
las regiones mediterráneas y norteñas de la colonia y ahora de la patria naciente.
Téngase en cuenta que en 1810, hacía menos de treinta años que Don Tomás de
Rocamora anduvo por estas tierras fundando las primeras ciudades por orden del
Virrey Vértiz, tratando de aglutinar a habitantes muy dispersos y reacios a la
idea de vivir en poblaciones. Pero esta rebeldía puede ser la explicación de la
historia posterior de la provincia.
Mitre reconoce esta
adhesión popular de la siguiente manera: Pocos
vecinos dejaron de llevar su ofrenda al altar de la patria, distinguiéndose
principalmente los más pobres. Este dato no debe
pasarse por alto: distinguiéndose
principalmente los más pobres. Porque ha de ser una constante en las luchas por la
independencia y en Entre Ríos especialmente, con la defensa de la autonomía
provincial. Continúa Mitre: Una
señora de mediana fortuna, llamada doña Gregoria Pérez, le escribió una carta, (a Belgrano) en la cual le decía: "Pongo a la
orden y disposición de V. E. mis haciendas, casas y criados, desde el río
Feliciano hasta el puesto de las Estacas, en cuyo trecho es V. S. dueño de mis
cortos bienes, para que con ellos pueda auxiliar al ejército de su mando, sin
interés alguno." Ruego releer esta carta varias veces para
poder entender el sentimiento que la anima.

Filiberto Reula se ocupa
de otras medidas militares que toma Belgrano en Entre Ríos: Respecto de la costa del Uruguay, sobre
cuya situación le había informado el Alcalde de Concepción, Dr. Vélez,
resolvió, el 6 de octubre, reemplazar al Cte. Gral. Urquiza, (don Joseph, padre de don Justo José,
que estaba en el cargo desde 1801 y hacia 1809 ya tenía 30.000 cabezas de
ganado en sus campos, y que aparentmente, estaba más cerca de los realistas de Montevideo
que de los revolucionarios) reemplazar
al Cte. Gral. Urquiza por el mismo Vélez, a quien dio instrucciones para que
organizara un regimiento de caballería, cuyo primer escuadrón acantonaría en el
Arroyo de la China
y el segundo en Gualeguaychú, para que alejara de las costas a todo sospechoso,
interrumpiera todo comercio con Montevideo y vigilara a los portugueses y lo
auxilió con un escuadrón de la
Caballería de la
Patria, a las órdenes del Cap. Diego González Balcarce.
Con las pocas fuerzas que
traía, con la reunida en La
Bajada y un refuerzo menor mandado desde Buenos Aires,
organizó un pequeño ejército que no llegaba a 1000 hombres. Lo que importa
destacar, son las condiciones de administrador y liderazgo de fuerzas militares
no profesionales que Belgrano comienza a demostrar y cuya equidad y disciplina le
granjea el respeto y la simpatía de sus
subordinados. Pero además comienza a realizar un proyecto elaborado con sus
amigos de la Junta,
especialmente su primo Castelli y Mariano Moreno, cual era otorgar la propiedad
de las tierras públicas a los que trabajaban en ella y también a los indígenas,
mediante cobros de montos accesibles a los que podían, sumas que serían
destinadas a la construcción de escuelas. En Entre Ríos toma algunas medidas
iniciales al respecto con la promesa de ocuparse en profundidad a su regreso
del Paraguay, deseo que no podrá cumplir por los resultados de la campaña y el
juicio que se le inicia en Buenos Aires.
Leemos en la historia de
Reula: … a principios de
noviembre, parte del Paraná con los doscientos Patricios que le envió la Junta, para incorporarse al
grueso de la expedición, que varios días antes había iniciado su marcha, hacia
Curuzú Cuatiá. En el camino, Candioti (famoso terrateniente
de Santa Fe y Entre Ríos que había hecho su fortuna, criando y vendiendo mulas
al Alto Perú) le
entregó personalmente, en su estancia de Arroyo Hondo, como un millar de
caballos, con dieciséis peones para su cuidado y quinientas reses vacunas. Tómense en cuenta las fechas deslizadas
en los textos: llega a La
Bajada el 9 de octubre según Reula o el 16 según Mitre y
parte hacia Curuzú Cuatiá a principios de noviembre o fines de octubre. En
menos de un mes ha tomado una serie de medidas administrativas y militares de
gran importancia para la defensa de la región y ha logrado la adhesión tanto
del pueblo como de las autoridades y de algunas personas de fortuna.
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En verde, posible extensión de la estancia Mandisoví de las Misiones |
Durante su permanencia en el
campamento (de
Curuzú Cuatiá) trazó
los pueblos de Mandisoví y Curuzú Cuatiá, decretando su fundación como
representante de la Junta…
Nos informa la
historia de Mitre. Desde aquí ordenará a Tomás de Rocamora, comandante de las
Misiones, que organice una fuerza para sumarse al avance sobre Paraguay, lo que
el fundador de Gualeguay no solo hará sino que luchará junto a él en esa
Guerra. No será esta la única relación con don Tomás, sino que éste será un
testigo fundamental en el juicio que se le hará a Belgrano en Buenos Aires, por
el fracaso de la expedición al paraguay.
En principio deberíamos
cerrar este estudio porque en este punto ya salió del territorio de Entre Ríos,
y del objeto de esta nota, pero cabe recordar que si bien Mandisoví en esos
años podía considerarse dentro del territorio de Corrientes, aunque los límites
interprovinciales no estaban bien demarcados, a partir de 1814, cuando se crean
oficialmente las dos provincias, la región de Mandisoví queda bajo la
jurisdicción de Entre Ríos. Belgrano asienta esta población dentro de los
campos de la estancia del mismo nombre que fundara en 1777, el Capitán Juan de
San Martín, padre del Libertador y teniente gobernador de Las Misiones Guaraníticas,
con asiento en Yapeyú. Esta Mandisoví es la misma que en 1847, durante la
gobernación de Justo José de Urquiza, será trasladada más cerca del río Uruguay
dándosele el nombre de Pueblo de la Federación, la que a su vez, al quedar bajo las
aguas del lago formado por la represa de Salto Grande, en 1979 se la correrá a
la actual ubicación con el nombre de Nueva Ciudad de Federación. Curioso
destino el de esta ciudad.

Esta es una síntesis del
paso del Doctor General Manuel Belgrano por la provincia de Entre Ríos. Como
cierre transcribiremos la proclama que antes de entrar al Paraguay, hace a los
pueblos indígenas: "La Exma. Junta
gubernativa, a nombre de S.M. el Sr. D. Fernando VII, me manda a restituiros a
vuestros derechos de libertad, propiedad y seguridad de que habéis estado
privados por tantas generaciones, sirviendo como esclavos a los que han tratado
únicamente de enriquecerse a costa de vuestros sudores, y aun de vuestra propia
sangre".
Estas palabras lo
muestran como un profundo defensor de los derechos del hombre.
BIBLIOGRAFÍA
Reula, Filiberto; Historia de Entre Ríos, T.1; Editorial
Castellví; Santa Fe, 1971.
Mitre, Bartolomé; Historia de Belgrano y la Independencia Argentina
T.1; Editorial Juventud Argentina S.A., Buenos Aires, 1945.
Rosa, José María; Historia Argentina, T.2; Editorial
Oriente, Bs.As., 1979.
Rosa, José María; Los Protagonistas: Belgrano; Editorial
Proa, Bs.As. s/f
Fernández, Elisa y Melchiori, María; Entre Ríos, huellas de nuestra historia, T.1; Paraná,
2009.
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