Según la vida, la acción,
los discursos y una anécdota de Eva Perón.
Por Jorge Surraco Ba
1950,
declarado “Año del Libertador General San
Martín”, por cumplirse un siglo de su fallecimiento, fue para Eva Perón un
año bisagra en su vida y en su acción política. Fue el año de mayores
reconocimientos, honores, de mayor poder, pero también el momento en que se
manifiesta la enfermedad que terminará con su existencia dos años después.
En
el mes de enero, el 9 precisamente, sufre el primer desmayo en la inauguración
de la sede central del Sindicato de Taxis. El 12 de enero, es atendida por el
Dr. Ivanissevich y operada de apendicitis, pero allí se descubre el problema
real de su enfermedad.
No
obstante, el 27 del mismo mes está de nuevo al frente de la Fundación y es aquí
donde a mediados de febrero, sufre un nuevo desmayo lo que la obliga a
suspender la actividad.
En
el mes de marzo se realizan elecciones para gobernador en las provincias de
Entre Ríos, Buenos Aires, Tucumán y San Luis, donde el peronismo sale
victorioso en los cuatro comicios. Hacemos este comentario, porque Eva Perón, a
pesar de su enfermedad, cuando logra estar en pie, concurrirá en el mes de mayo
acompañando al General Perón, a la asunción de los mandatarios elegidos y/o
reelegidos de las provincias de Buenos Aires (16 de mayo) y Entre Ríos (23 de
mayo).
Pero
estas no fueron las únicas actividades de Evita en ese período. Antes, en el
mes de abril, estará junto a Perón en Bariloche. Y el 1° de mayo pronunciará
antes los trabajadores en su día, un discurso donde se definirá a sí misma como
“un puente de amor”, entre Perón y el
pueblo argentino. Lo dirá de la
siguiente manera: “…Yo, que he
tratado de ser un puente de amor
entre el pueblo y el general Perón, te he visto a ti, mujer
descamisada, envuelta en la dignidad del delantal,…” Más adelante,
en el mismo discurso, insistirá en esa idea: “…trataré de ser a diario un puente de amor entre ustedes y el general Perón y trataré
de estrechar filas en todos los sindicatos argentinos,…”
El
29 de mayo visita Rosario acompañada por dirigentes de la CGT.
El
30 parte en tren hacia San Juan y el 1° de junio está de regreso en Buenos
Aires, donde no se queda mucho tiempo porque el 2 de junio partirá nuevamente
en tren visitando Tucumán, Jujuy y Catamarca, con el objetivo de inaugurar
Hogares Escuela en las tres provincias y la Clínica de Recuperación Infantil en
Termas de Reyes, provincia de Jujuy. Demás está decir que en esta gira, fue recibida
en todas partes por el cariño y el agradecimiento de la población,
especialmente de los trabajadores y de los sectores de menores recursos.
El
10 de junio estará de regreso en la Capital Federal, inaugurando dos escuelas
fabriles en la provincia de Buenos Aires.
Desde el 12 al 17 de
junio se realiza en la ciudad de Buenos Aires la Conferencia Nacional de Gobernadores de Provincias y Territorios
Nacionales, convocada por el Presidente de la Nación. El día 14, Eva Perón
pronunciará un discurso que introducirá haciendo referencia a la gira antes
mencionada por el noroeste del país, donde agradecerá los homenajes que
recibiera en las provincias que visitó como las palabras pronunciadas por los
gobernadores en la misma conferencia. También aquí volverá a su obsesión por
ser un nexo de amor entre Perón y su pueblo o su convencimiento de que amar a
Perón es amar a los humildes de la patria: “…voy a
agradecer emocionada los recuerdos sinceros que han hecho los señores
gobernadores, que hablando en representación de sus pueblos, llegaron a mi
corazón, porque sus lenguajes eran de auténticos peronistas, y es el mejor
premio a que puede aspirar alguien que desde el puesto más humilde del
peronismo trata de interpretar y de imitar al general Perón, para quien lucha a
diario para que en un mañana no muy lejano, puedan
decir de Eva Perón que trató de querer al general Perón, queriendo a su pueblo.
Eso es lo que yo ambiciono”.
Después indicará donde está la fuerza y vitalidad del
peronismo que no sólo era una realidad de aquellos años, sino que ha permanecido
hasta el presente:
“…Además del aplauso fervoroso y vibrante
de las fuerzas del trabajo de esas provincias, encontré cuadros dirigentes que
me permitieron decirle al Sr. Presidente: el peronismo está de pie,
fuerte, porque está prendido en el corazón del Norte argentino. Está fuerte
porque en sus cuadros hay dirigentes que son valores auténticos, que comprenden
la doctrina del general Perón en su trabajo diario de acercamiento a nuestro
pueblo humilde.
Y noté, con
gran emoción, que los hombres que más lo querían eran los más humildes…”
“…iba a entregarle a ese Norte, que
tal vez por ser tan humilde tanto quiero, el corazón de Perón, iba a llevarle
en esa gira al norte argentino, un poco de realidad…”
A continuación
contará una anécdota que ha dado título y motivo a esta nota y que resume e
integra la misma entrega de Eva Perón a su tarea que consideraba complementaria
a la acción de gobierno del Presidente Perón:
“…A un coyita que me agradeció en
media lengua cuando le entregué un distintivo peronista, en Jujuy, le pregunté
si era peronista, y él me dijo que sí. Al coyita que era un niño de muy pocos años,
le pregunté luego por qué era peronista, y él me contestó: porque ahora también los pobres somos argentinos…" Sea
cierta la anécdota o sólo una licencia discursiva de Eva perón, el sentido
responde a la realidad. Ser argentino significaba y significa ser visible, ser
parte de la sociedad, estar incluido. No ser espectadores en una patria de
otros. Cualquier semejanza que se piense con los tiempos actuales… NO es pura
coincidencia.
Eva
Perón lo aclara en el párrafo siguiente:
“…Es que los norteños que han
sufrido una oligarquía que los ha explotado y los ha tenido sumergidos en una
indignidad que no se merecen, veían en ese tren en el que pasaba, no la esposa del
presidente de los argentinos, no la presidenta de un partido ni de una
Fundación, sino una esperanza que se entraba en el corazón de la Patria para
llevar a todos un mensaje del líder de la nacionalidad, que los informaba de
que no estaban solos, de que se estaba trabajando por ellos y que se continuará
trabajando siempre por reivindicarlos, no sólo material, sino también espiritualmente…”
Los seis meses siguientes del año 1950, continuarán con la misma o mayor
intensidad de actividades que la primera mitad del año. Sobre el final del
mismo tendrá una gran decepción con la huelga ferroviaria que trató de evitar
presentándose personalmente en los talleres de Remedios de Escalada donde insta
a los obreros a levantar la huelga. Los trabajadores rechazan el pedido de
Evita. Muchos de ellos, eran peronistas.
Sin
entrar a juzgar las razones o justificación de esa huelga, esta produjo un
enorme dolor en Evita y así lo dice en el capítulo 42 de La Razón de mi Vida, que se publica en 1951, aunque por la temporalidad dada en el texto es posible que se
haya escrito y publicado con anterioridad, quizá en las notas que redactaba
para el diario Democracia:
“También el papel de Evita es a veces amargo. Toda
esta semana pasada, por ejemplo, me ha resultado amarga. Ha habido una huelga y
ésta tuvo que ser declarada ilegal por injusta… Sé que la mayor parte del
gremio, y que todo el pueblo ha repudiado el proceder de estos ingratos,
indignos de vivir en esta Nueva Argentina de Perón. Sé todo esto y sin embargo
toda la semana he vivido amargada. Solamente me consolé cuando decidí salir a
recorrer los lugares de trabajo y conversar con los mismos obreros en huelga…
…Es que yo no concibo que pueda haber en mi
país, un solo obrero que no haya comprendido ya, lo que es Perón, y todo lo que
ha hecho Perón por los trabajadores argentinos.
Aunque los huelguistas sean muy pocos me
duele lo mismo que si fueran todos...
¡No lo puedo entender!”
La
razón de ser peronista de Eva Perón era su amor a Juan Perón y al pueblo
humilde que su marido lideraba, a favor del cual se estaba produciendo una
revolución pacífica y en la cual ella estaba consumiendo su vida, trabajando y
asumiendo el rol de puente de amor entre Perón y su pueblo. Esa razón de ser
peronista, era como la del coyita y la de los pobres que a partir del peronismo
se sentían argentinos. Era un pacto y acto de amor.
Cualquier
semejanza con los tiempos actuales… NO
es pura coincidencia.
FUENTES
Eva Perón habla a los gobernadores de provincias y territorios nacionales - Secretaría de Prensa y Difusión - 1950
Eva Perón, Discurso del 1 de mayo de 1950.
Eva Perón, La Razón de mi vida, Editorial Peuser, 1951
Crónica de la era peronista:
Visita de Eva Perón a Jujuy: