Por el Lic Gustavo
Cichero
El pasado 19 de
marzo se conmemoró el 232 aniversario de la fundación de la ciudad de
Gualeguay. Dos días antes, el 17 de marzo se cumplieron 196 años de la muerte
de su fundador, el coronel Don Tomás de Rocamora. En su homenaje, publicamos
esta nota de Gustavo Cichero, que muy sintética pero efectivamente, traza una
justa semblanza del fundador. Para el conocimiento general y para los textos de
algunas historias, Rocamora desaparece de la historia luego de las tres
fundaciones que realiza en Entre Ríos, pero como muy bien rescata Cichero,
Rocamora sigue sirviendo a la patria, prácticamente hasta el día de su muerte,
acaecida en 1819.
Jorge Surraco - editor
El pasado 19 de marzo, conmemoramos un
nuevo aniversario de la fundación de Gualeguay.
El fundador, Don Tomás de Rocamora, fue
un militar nacido en Granada de
Nicaragua, pueblo del entonces Reino de Guatemala, el 25 de abril de 1740.
Sus padres fueron el Coronel Don José de
Rocamora y Doña Jacinta del Castillo y Hurtado de Mendoza.
Se inició en la carrera de armas en
España, cuando apenas tenía 10 años. Culminada su preparación, regresó a
América hacia 1768, radicándose en Nueva Granada. Desde allí pasó a América del
Sur, donde se destacó por su actuación en la rendición y toma de la isla de
Santa Catalina, en la costa de Brasil (1772). A partir de entonces, prestó
servicios en las milicias de Buenos Aires y Montevideo.
Por 1780, las condiciones de Entre Ríos
preocupaban a las autoridades virreinales. En esta región, los buenos vecinos
convivían con malvivientes, forajidos de
la justicia, que practicaban un fluido contrabando con Brasil, imperio que
proyectaba la incorporación de la Mesopotamia a sus dominios.
El agravante de la situación fue la
erección de una nueva capilla en la zona de Gualeguay, hecho que produjo una serie de conflictos
entre los pobladores de la región. Ante las diferencias existentes, el Virrey
dispuso el envío de un fiscal y soldados para solucionar el problema. Para esta
misión fue nombrado en febrero de 1782 don Tomás de Rocamora, quien era
entonces ayudante mayor del regimiento de Dragones de Almanza, destacado por su
talento y experto en misiones de este tipo.
Establecido en Entre Ríos, realizó un
largo viaje de reconocimiento por el interior del territorio, con el fin de
conocer la vida y organización de los que vivían, por entonces alejados de los
principales centros políticos. Este recorrido le permitió a Rocamora comprobar
que no existían autoridades que ejercieran funciones de gobierno y que los
montes daban refugio a bandidos que huían de la justicia.
El resultado de su viaje, se plasmó en
una serie de informes al Virrey sobre la situación social, económica y política
de la región, proponiendo al mismo tiempo la fundación de pueblos para
organizar y concentrar a los pobladores que estaban dispersos.
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Plano confeccionado por Rocamora para su informe al Virrey |
En estos informes, Rocamora dio nombre a
nuestra provincia; fue el primero en llamarla “Entre Ríos”, augurando que sería
la mejor provincia del continente Americano.
Satisfecho su pedido, un año después, en 1783
fundó tres pueblos con sus cabildos aprobados: Gualeguay, el 19 de marzo,
Concepción del Uruguay, el 23 de junio y Gualeguaychú, el 18 de octubre.
En 1784, el Virrey Vertiz, que lo favoreció
y apoyó en sus acciones en Entre Ríos, fue reemplazado por el Marqués de
Loreto. El nuevo virrey, dando menos importancia a la situación de Entre Ríos,
relevó del cargo a Rocamora.
El militar nicaragüense, pasó a Buenos
Aires, donde en 1803 se desempeñó como tercer jefe del regimiento de caballería
con la graduación de teniente coronel.
Cuando en mayo de 1810 estalló la
revolución contra las autoridades virreinales, don Tomás estuvo del lado
patriota y se declaró a favor de la independencia. En ese entonces era teniente
gobernador de Misiones, hecho que favoreció su incorporación al ejército de
Belgrano que marchaba a Paraguay. En esa campaña se desempeñó como maestre
general de su cuartel. En 1812 pasó a retiro, falleciendo en Buenos Aires el 17
de marzo de 1819. Sus restos fueron sepultados en el cementerio de la iglesia
de la Merced,
pero se ignora el sitio en que yacen, ya que no existe lápida que lo indique.
Rocamora no era solamente un militar,
también era un hombre de familia. Había contraído matrimonio con María Ramona
Ibáñez y Rospigliosi, con la cual tuvo una hija, María Bernarda, la cual sería
esposa del renombrado general Marcos González Balcarce.
Hoy, a 196 años de su muerte, recordamos
a quien fuera fundador de pueblos y precursor de la organización política,
económica y social de la provincia de Entre Ríos.
Fuentes consultadas
1)AROZENA, Hugo Nestor (Dir). Historia elemental de Entre Ríos. Paraná. MC ediciones. 1991.
2)OTERO CLOTET, Orlando. Tomás de Rocamora fundador de pueblos. Bs.As. Producciones gráficas
Carrá. 1983.
3)PICCIRILLI, Ricardo; ROMAY, Francisco; GIANELLO,
Leoncio. Diccionario Histórico Argentino.
T VI. Bs. As. Ediciones Históricas Argentinas. 1954.
4)UDAONDO, Enrique. Diccionario Biográfico Colonial Argentino. Buenos Aires. Edit.
Huarpes. S.A. 1945.