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miércoles, 28 de noviembre de 2012

ANTONIO MEDINA Y SUS SEGUIDORES - 3era. Parte



 Por el Prof. Gustavo R. Cichero


A lo largo de las dos publicaciones pasadas, se resaltó la figura del Dr. Antonio Medina, destacado por su espíritu emprendedor y desinteresado.

Medina, al explicar las causas que lo llevaron a su acción popular, rescata antes que nada la importancia de educar a la juventud, porque son los que asumirán las responsabilidades dejadas por ellos cuando ya no estén. Además, el compromiso es percibido como una obligación, como un servicio a la patria.
La elite cultural, consideraba que ese deber con las instituciones de bien público, debía continuar en ausencia de ellos, siendo asumida la dirección por la juventud que los rodeaba.

La descripción hecha sobre Medina, no es un hecho aislado en el territorio nacional. Innumerables hombre se pusieron al frente de la cultura y la educación popular.
En Gualeguay, contemporáneos a Medina, trabajaron mancomunadamente en los proyectos que tenían origen en él o en instituciones populares.
La vida de Medina, ha llegado a nuestros días porque su producción literaria nos permite conocerlo, como así también su actividad laboral a nivel provincial, como vocal del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos. 



Cuando se ausentó definitivamente de Gualeguay, otras personas se preocuparon por el futuro del pueblo y continuaron trabajando por el progreso educativo y cultural.
Dentro de este grupo de personas, inquietas por el progreso intelectual de la ciudad, se encontraban, Don Miguel Barroetaveña, quien además de estar vinculado a los emprendimientos culturales de la ciudad, desempeñó variados cargos en la administración Nacional, Provincial y local, falleciendo en 1910 mientras ocupaba el cargo de Intendente. Fue además presidente del Concejo deliberante, del Concejo Escolar, Administrador de la Aduana,  miembro de la comisión directiva de la Sociedad Rural y de la Sociedad Fomento Educacional. 


 
Otro ilustre hombre de la ciudad fue Olegario Maldonado, baluarte fundamental en la política educativa llevada adelante por Ernesto A. Bavio. Su título de maestro normal le permitió desempeñarse como docente en prestigiosos colegios de la provincia y ocupar cargos directivos en la capital provincial. Al cumplir su segundo año de mandato al frente de la Sociedad Fomento Educacional, Medina fue reemplazado por Maldonado, continuando con los éxitos alcanzados por el fundador.




Otros miembros de este grupo, también merecen ser reconocidos por su aporte a la cultura y la educación de Gualeguay, como Mateo Sola, Pedro Caracoche, Alberto de Caudemberg, Luis Coudannes, Domingo Schaffino, Bartolomé García, Agustín Ántola y Bernachea, Carlos Rovira, Eliseo Oriz y Ricardo Paggi, entre tantos.
















Fuentes consultadas

1)AGUIRREZABALA, Joaquín. “Homenaje al Dr. Medina”. Diario Justicia. Gualeguay. 18 de febrero de 1925. Pág 2

2)BARROETAVEÑA, Francisco, “Dr. Antonio Medina”. Diario Justicia. Gualeguay. 8 de octubre de 1924. Pág 4.

3)GIANELLO, Juan María. Hombres de Entre Ríos (Ensayos Biográficos 2da. Parte). Paraná.  Entre Ríos. Edit. Nueva Impresora. 1971. Pág.  68

4)MEDINA, Antonio. La vida de un magistrado argentino. Su actual situación. Expresión de agravios presentada al Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, por el Vocal Jubilado del mismo en los autos sobre su jubilación. Paraná. Establecimiento Tipográfico “El Paraná”. 1913. PP. 80-82


 

lunes, 27 de agosto de 2012

ANTONIO MEDINA Y SUS SEGUIDORES – Parte 2


Por el Prof. Gustavo Cichero


Esta segunda parte de las tres que componen el artículo, aporta mayores datos sobre el pujante e ilustre vecino de nuestra ciudad, Dr. Antonio Medina.

 El Dr. Francisco Barroetaveña, uno de los fundadores de la Unión Cívica y amigo personal de Medina, – por cursar juntos sus estudios de nivel medio en el Histórico Colegio de Concepción del Uruguay y ser ambos fundadores de “La Fraternidad” – se refería a este, como un hombre humilde que desde joven tuvo que luchar para alcanzar su título secundario, trabajando en el colegio como celador y como subalterno de comisaría en Buenos Aires cuando estudiaba abogacía; “[…] llevando siempre una vida muy económica de estudioso, muy serio y correcto”. […]

“Terminada su carrera de derecho, abrió estudio en Gualeguay, […] fue nombrado juez de 1º instancia en este departamento judicial, […] ascendió a miembro y presidente del Superior Tribunal de Entre Ríos, jubilándose en tal puesto, después de haber prestado treinta años de servicios”. […]

“Figuró  también como uno de los constituyentes más ilustrados de la convención de 1903, y más enérgicos para defender la autonomía de los departamentos, los juzgados de los municipios y los consejos escolares, contra la centralización al Paraná que perseguían los Carbó, Maciá y otros”. […]

“Era amante de la mejor sociedad y de la música, tocando violín, guitarra y clarinete, organizando orquestas y bandas en los mejores clubes. Progresista y patriota, fomentaba sociedades, de gimnasia, de tiro, de bibliotecas, de natación, de cuanto impulsaba el progreso de aquellas ciudades de Entre Ríos, especialmente de Gualeguay y Paraná”. (1)

En el discurso de despedida de los restos mortales de Medina, en la ciudad de Paraná en 1924, el Dr. Joaquín Aguirrezabala, ilustre vecino de Gualeguay, se refería al difunto:
“Mientras fue vecino de Gualeguay no se formó una comisión, no se hizo una gestión de beneficio general que no contara con su concurso activo y fecundo, entusiasta y generoso. […]” (2).

Las descripciones que hacen de Medina los dos personajes, alcanzan para rescatar la importancia de su protagonismo para los pobladores de la ciudad, los cuáles mantenían un profundo respeto y admiración por el filántropo.
Panorámica de Gualeguay. Plaza Constitución y la Parroquia San antonio

 ¿Por qué Medina se presentaba como un hombre emprendedor desde el punto de vista cultural y educativo?. Parte de su respuesta nos las da él. “Preocupándome siempre de los intereses morales del pueblo y de su educación útil y práctica, principalmente de la que exige mayor cuidado y atención en nuestro país, como es sin duda la educación y enseñanza popular de la juventud llamada a regir sus destinos en el mañana, he desarrollado una acción eficiente en tal sentido […]”

“[…] toda mi vida madura, desde que dejé las aulas universitarias, la he consagrado por entero al servicio de mi patria en la forma que me ha sido posible y en aquellas oportunidades requeridas como urgentes y necesaria, y dentro del marco altruista, de la acción benéfica para los demás, que fuera la energía propulsora que inspirara mis afanes generoso, perseverantes y hasta tenaces, en pro del pueblo”(3)



Bibliografía

(1)BARROETAVEÑA, Francisco, “Dr. Antonio Medina”. Diario Justicia. Gualeguay. 8 de octubre de 1924. p 4.

(2) AGUIRREZABALA, Joaquín. “Homenaje al Dr. Medina”. Diario Justicia. Gualeguay. 18 de febrero de 1925. p 2

(3) MEDINA, Antonio. La vida de un magistrado argentino. Su actual situación. Expresión de agravios presentada al Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, por el Vocal Jubilado del mismo en los autos sobre su jubilación. Paraná. Establecimiento Tipográfico “El Paraná”. 1913. Pág. 82 





lunes, 9 de abril de 2012

ANTONIO MEDINA Y SUS SEGUIDORES – Parte 1


Por el Prof. Gustavo R. Cichero

En el último cuarto del siglo XIX, vivía en nuestra ciudad un grupo de “ilustrados”, que se conocían entre sí y compartían espacios de interés, como clubes y asociaciones.
Existía en cada hombre de la “cultura de Gualeguay”, un férreo compromiso en la instrucción y educación del pueblo, virtud que se resalta en los discursos pronunciados.
El que núcleo a muchos de ellos y dirigió en las principales instituciones culturales existentes, fue el Dr. Antonio Medina.
Antonio Medina nació en Buenos Aires el día 7 de septiembre de 1854. Era hijo de Juan Cruz Medina y de doña Gregoria Benavides.
Cursó sus estudios secundarios en el histórico Colegio de Concepción del Uruguay y los de abogado y doctor en Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires.
En el año 1858, se radicó con sus padres en Gualeguay, donde descolló por sus emprendimientos benéficos y filantrópicos.
Fue Juez de Primera Instancia y miembro del Superior Tribunal de Justicia.
El cargo de juez lo ejerció durante seis años. Los sueldos de los funcionarios del poder judicial eran paupérrimos y teniendo la posibilidad de continuar con su estudio jurídico, consideró la necesidad de la provincia de contar con un juez. Su empobrecimiento como funcionario del Poder Judicial, llegó a tal grado, que con motivo de morir uno de sus hijos en Buenos Aires, no pudo pagar los gastos, correspondientes al traslado hasta la capital de nuestra provincia.
Así lo expresa el Dr. Medina: “Y allí quedó, bajo tierra, su cuerpo, en el montón anónimo de los muertos que pueblan el cementerio de la Chacarita! […]” (1)
Además, en 1918 fue candidato a vicegobernador en la fórmula encabezada por Lorenzo Anadón, por el partido de la “Concertación Popular”, aunque se destacó sobre todo, por su participación en instituciones de bien público.
Medina prestó en la función pública innumerables servicios, sin cobrar por ello. Estos servicios ad honorem, fueron los siguientes: Miembro del Concejo Deliberante de la Municipalidad de Gualeguay; vocal de la Comisión Administradora de Edificación Escolar; vocal y presidente de la Comisión Auxiliar de la Enseñanza Pública; Convencional en la Constituyente de 1913 y miembro de la Comisión Especial encargada de estudiar y presentar el proyecto de reformas a la Constitución anterior de 1883; miembro de la Comisión provincial del Centenario de Mayo; Presidente de la Comisión de Fomento de Bibliotecas Populares de la Provincia.
También realizó en Gualeguay obras de interés público, con un mismo carácter: Presidente de la Comisión Protectora Departamental de la Sociedad Educacionista ‘La Fraternidad’, radicada en el Uruguay, y de cuya Institución fue uno de los fundadores; Presidente de la Comisión Cooperadora de la obra del Teatro Nacional; Presidente y miembro fundador de la Sociedad de Socorros Mutuos ‘La Argentina’; Presidente de la Comisión ‘Homenaje al doctor José María Pagola’;  Miembro fundador de la ‘Sociedad Rural Gualeguay’ y presidente de la Comisión encargada de redactar los Estatutos; Presidente de la Comisión Popular de Auxilios con el fin de luchar contra la epidemia de cólera de 1895;  fundador, redactor de los estatutos y  Presidente del ‘Tiro Federal de Gualeguay’;  Presidente de la Comisión Constructora del Hospital ‘San Antonio’; fundador y Presidente de la Sociedad Fomento Educacional”(2) 
El Dr. Antonio Medina, falleció en Paraná el 4 de octubre de 1924. En reconocimiento a los servicios que prestó, el Gobierno provincial estableció que en todos los edificios públicos, la bandera nacional fuese izada a media asta.

Bibliografía

(1) GIANELLO, Juan María. Hombres de Entre Ríos (Ensayos Biográficos 2da. Parte). Paraná.  Entre Ríos. Edit. Nueva Impresora. 1971. Pág.  68

(2) Cf. MEDINA, Antonio. La vida de un magistrado argentino. Su actual situación. Expresión de agravios presentada al Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, por el Vocal Jubilado del mismo en los autos sobre su jubilación. Paraná. Establecimiento Tipográfico “El Paraná”. 1913. Pág. 81



miércoles, 22 de febrero de 2012

Senderos de Juncos Bravíos-Avance



Trailer de 2 min 45 seg del
Documental cuya duración es de 26 minutos – Fecha de realización: abril/agosto 2011.

Este documental rinde tributo a los maestros y maestras  rurales entrerrianos en zonas desfavorables e inhóspitas, a través de los recuerdos del artista plástico Vicente Jorge Cúneo y de su esposa Nélida Bidegain que memoran los años pasados en las Islas Lechiguanas, cuando Vicente inicia su carrera docente como maestro rural en dichas islas. Ambos relatan los momentos vividos desde una perspectiva personal y diferenciada, lo que enriquece la narración de esa experiencia en la medida que confrontan dos percepciones sobre una misma situación, creando momentos emotivos y profundamente humanos.
El homenaje alcanza también a las familias de los maestros y maestras, a sus alumnos y a las familias de los alumnos, dado que todos constituyen en esos espacios, verdaderas comunidades de aprendizaje donde la enseñanza es una calle de doble mano.
El documental recrea los escenarios del relato apelando a fotografías del álbum familiar de los Cúneo; a imágenes de archivo de distinto origen; a reproducciones de la obra plástica de Vicente producida en y sobre las islas, así como a rodajes actuales realizados en los lugares que enmarcan la historia.
El título del documental como los textos escritos que se presentan en su desarrollo, fueron extraídos de poemas de Vicente Cúneo publicados en su libro LATITUD SUR.

domingo, 29 de enero de 2012

ANTONIO GAMBOA IGARZÁBAL

Ilustre vecino de Puerto Ruiz                                  Por el Prof. Gustavo R. Cichero
                         gustavocich@yahoo.com.ar


Antonio Gamboa Igarzábal, es uno de los tantos personajes destacados de nuestra ciudad, aunque para muchos desconocido, a pesar de que su obra literaria ha sido reconocida a nivel nacional.
Al igual que Juan L. Ortiz, Gamboa Igarzábal nació en Puerto Ruiz, el 8 de septiembre de 1909.
Considerado por Luís Sadí Grosso como  autodidacto, desempeñó tareas de periodista desde los 20 años de edad, en los diarios “La Mañana”, “Justicia” y “El Día” de nuestra ciudad. En ese entonces, solo había asistido a la escuela hasta tercer grado.




En 1947 se trasladó a la ciudad de Paraná, desempeñándose como periodista hasta 1955.
Ejemplo de perseverancia, completó sus estudios primarios a los 47 años de edad. Para ese entonces, ya había publicado su primer libro de poemas: “Coplas”, en 1948. Por este trabajo, obtuvo el premio letras “Urquiza” de Entre Ríos; compartiendo tal distinción con otro copoblano, el Dr. Leoncio Gianello, quien lo mereció por su labor historiográfica.

Continuó estudiando y después de egresar de Bachiller en 1952, obtuvo en 1958 el título de Maestro Normal, emitido por la Escuela Normal de Gualeguay.  En aquel año, fue distinguido por ser el primer docente argentino, egresado a esa edad de una escuela Normal.
Ya como maestro, se desempeñó en escuelas de Paraná, cursando al mismo tiempo el profesorado de Literatura y Castellano y paralelamente Derecho en Santa Fe, hasta principios de la década del ‘60,  cuando se radicó en San Ignacio, provincia de Misiones para ejercer la cátedra de Castellano y Literatura. En esta localidad fundó el teatro vocacional “San Ignacio”, poniendo en escena numerosas obras.

Diez años después, en 1970, tras jubilarse volvió a Paraná, donde interesado por la historia, cursó este profesorado y egresó con este título en 1975. Verdadero apasionado del conocimiento, incursionó en el arte, recibiéndose de maestro ceramista en 1980. Tenía entonces, 71 años.
En nuestra provincia, además de la docente, desempeñó diversas actividades, como Director de Prensa, Presidente de la Dirección Provincial de Turismo, Comisionado Municipal y disertó sobre temas históricos y literarios.
Foto antigua del muelle de Puerto Ruiz
Su obra literaria es muy rica, superando la docena de libros publicados. En sus “palabras”, se puede apreciar el profundo amor que sentía por nuestro río Gualeguay, pero mas precisamente por “su Puerto Ruiz”, el que lo inspiró en su cuantiosa obra.
 


Ya anciano, el profesor Antonio Gamboa Igarzábal, falleció en la ciudad de Paraná en el año 2006, tributándose allí merecido homenaje a quien fuera un ilustre vecino de Pto. Ruiz y un difusor de nuestra cultura.




 
Fuentes consultadas
•    SADÍ GROSSO, Luis. “Gamboa Igarzábal, Antonio”. En Enciclopedia de Entre Ríos: Area Literatura T 5. Paraná. Editorial de la Mesopotamia. 1978. pág. 104.
•    GAMBOA IGARZÁBAL, Antonio. Andanza con el Romance. Paraná. Imprenta Paraná S. A. 2002.